Sobre el movimiento, cambio y desarrollo
Conversación entre Shaka de Virgo y Buda
“Todo en este mundo está cambiando. Siempre en movimiento. Nunca Igual. Todo Cambia. La vida del hombre es igual”
Los nacidos en los 80s recordaremos en uno de los capítulos de Los Caballeros del Zodiaco, precisamente, en la Saga de Hades, la conversación en la que el aún pequeño Shaka entabla con Buda. El diálogo es evocado justo antes de morir enfrentando a Saga de Géminis, Camus de Acuario y Shura de Capricornio en el Jardín de los Árboles Sala Gemelos.
Shaka, siendo niño, se cuestiona la imposibilidad de superar la muerte, reflexiona además sobre la tristeza y el sufrimiento. En dicha ocasión hace notar una posición espontánea con respecto al mundo concibiéndolo carente de cambio y movimiento.
Aquí se trascribe lo que todos vimos (y nos conmovimos):
Buda: Shaka... Shaka... ¿Por qué estás tan triste? Tan solo tienes 6 años y a pesar de ello, te sientas todos los días allí a lamentarte, ¿qué es lo que te preocupa?
Shaka: Hoy vi muchos cuerpos flotando en el río Ganges, y en la orilla, peregrinos de toda la India se purificaban. Tuve la impresión de que celebraban la muerte en lugar de la vida. ¿Por qué es tan pobre este país donde nací? Parece que sólo nacemos para sufrir y lamentarnos. Las gentes viven entre desgracias únicamente.
Buda: Shaka, ¿eso te pone triste?
Shaka: Claro, ¿quién quiere una vida llena de tristeza?
Buda: Estás equivocado Shaka, donde hay tristeza, hay alegría. Y, es lo mismo del otro modo. Hermosas flores florecen, pero eventualmente mueren. Todo en este mundo está cambiando. Siempre en movimiento. Nunca Igual. Todo Cambia. La vida del hombre es igual.
Shaka: Pero si la muerte es inevitable, entonces, debe ser que la tristeza es quien domina nuestras vidas. Aún cuando superemos el sufrimiento, busquemos amor y felicidad, la muerte nulificará todo. No entiendo, ¿por qué nacemos en este mundo cuando no podemos desafiar algo tan completo y eterno como la muerte?
Buda: Shaka, parece que lo has olvidado.
Shaka: ¿Olvidado?
Buda: Eso es… La muerte no es el final de todo. La muerte no es más que otra transformación.
La historia de la filosofía nos ha mostrado que la reflexión filosófica no ha estado exenta de aquel punto de vista en la que el mundo se concibe en movimiento. Heráclito de Éfeso señalaba que "todo se mueve" y "todo fluye", y que "el devenir, al que todo se ve obligado, se caracteriza por un continuo pasar de un contrario a otro". Así también, G. F. W. Hegel concebía el movimiento en el concepto (idealista), mientas que K. Marx en la materia (materialismo).
La visión del niño Shaka pone en evidencia que los hombres –inicialmente– son propensos a suponer que el mundo se encuentra quieto e inmutable. Dicho de otro modo, nos fiamos de nuestros sentidos y creemos que las cosas están dadas tal y como son. Esta perspectiva nos induce a creer que las actuales relaciones sociales en las que nacemos son naturales, normales, incuestionables y perennes; que todo es cíclico y repetitivo.
No obstante, Shaka supera inmediatamente esa predisposición natural, casi instintiva, que tiene sobre la muerte con la ayuda de su maestro Buda: La muerte es transición. Todo cambia, y todo se halla determinado por una dualidad (“donde hay tristeza, hay alegría”), una contradicción interna en las cosas.
Comprender que el mundo –la sociedad y la naturaleza– se halla en constante cambio, transformación y desarrollo es asumir una posición dialéctica. Luego de reconocer su naturaleza dialéctica, cuando tratemos de analizar la realidad (instituciones, estructuras y configuración) debemos hacerlo también dialécticamente. Este último proceso implica reconocer un método: el método dialéctico.
La conclusión inmediata de lo expresado en el pasaje del anime y en la filosofía es que las relaciones sociales que configuran tal o cual sistema social cambiaran. Determinadas por sus contradicciones internas (dualidad) dejará de ser. Todo cambiará a otro algo mejor.
Shaka de Virgo, consciente de su sabiduría –la muerte no es fin de todo– y preparado, muere recibiendo la técnica prohibida (la Exclamación de Athena) de parte de Saga, Camus y Shura. Luego de su muerte, su alma permanece un momento y recita un pensamiento:
"Las flores retoñan y mueren, las estrellas brillan, pero eventualmente se apagan; todo muere, la tierra, el sol y hasta algo tan inmenso como este universo no está excluido. Comparado con eso, la vida del hombre es tan efímera como un abrir y cerrar de ojos, en ese instante, un hombre nace, en ese corto instante un hombre nace, se ríe, llora, pelea, sufre, regocija, lamenta, odia y ama a otros. Todo es transitorio y luego todos caemos en el sueño eterno llamado muerte.”
Finalmente, se desvanece dejando un mensaje a Athena en cuatro pétalos: Arayashiki (octavo sentido).
Referencia: Saint Seiya –Saga de Hades– Capítulo 9 y 10 (audio latino).