Snowden, Manning y Assange nuestros nuevos héroes.
“No quiero vivir en una sociedad que hace este tipo de cosas… No quiero vivir en un mundo donde se registra todo lo que hago y digo. Es algo que no estoy dispuesto a apoyar o admitir.”
Edward Snowden, Chelsea Manning y Juliane Assange recibieron la atención internacional como protagonistas de una de las noticias más importantes de los últimos tiempos.
- Chelsea Manning filtró a WikiLeaks información confidencial acerca de la guerra de Afganistán e Irak, entre ellos el video llamado collateral murder. Finalmente, dicho portal web, dirigido por Julian Assange, difundió la información.
- Edward Snowden reveló varios programas de NSA –Agencia de Seguridad Nacional de EE.UU.– sobre un sistema de vigilancia mundial.
Han pasado unos meses y todo fue olvidado. Todos vuelven a sus hogares, a sus trabajos, a sus centros de estudios como cualquier otro día de sus vidas; como una noticia más que ya paso.
El filósofo esloveno Slavoj Žižek en un artículo titulado “Edward Snowden, Chelsea Manning y Juliane Assange: Our new heroes” y publicado en The Guardian, resalta no ya la sospecha –que siempre la intuíamos– de lo que los países poderosos están haciendo (EE.UU., Alemania, China, Rusia e Israel), sino que hay pruebas concretas de que nos controlan y vigilan.
“Edward Snowden be defended not only because his acts annoyed and embarrassed US secret services; what he revealed is something that not only the US but also all great (and not so great) powers – from China to Russia, Germany to Israel – are doing (to the extent they are technologically able to do it). His acts provided a factual foundation to our suspicions of being monitored and controlled – their lesson is global, reaching far beyond the standard US-bashing. We didn't really learn from Snowden (or Manning) anything we didn't already presume to be true. But it is one thing to know it in general, another to get concrete data”.
Sin embargo, la preocupación no es tanto la intromisión a nuestra privacidad –¡ya no la tenemos!–, sino que saben demasiado de nosotros y sobre la base de dicha información podemos ser erróneamente catalogados como terroristas y sufrir consecuencias.
“What makes the all-encompassing control of our lives so dangerous is not that we lose our privacy, that all our intimate secrets are exposed to Big Brother. There is no state agency able to exert such control – not because they don't know enough, but because they know too much. The sheer size of data is too large, and in spite of all intricate programs for detecting suspicious messages, computers that register billions of data are too stupid to interpret and evaluate them properly, ridiculous mistakes where innocent bystanders are listed as potential terrorists occur necessarily – and this makes state control of communications even more dangerous. Without knowing why, without doing anything illegal, we can all be listed as potential terrorists”.
Hay un poder mundial que nos vigila y controla. Ya no es solo un cuento como la novela 1984 de Orwell, ni una denuncia inventada de algún izquierdista. No, hoy hay pruebas ciertas y contundentes de que es así. Nos vigilan y controlan.
Dentro de muchos años quizás tras sus muertes, recién nos demos cuenta del significado de lo que hicieron en favor del mundo. Pasará mucho tiempo –como siempre ocurre– para que todos los reconozcamos como héroes.
Pondrán sus nombres a las escuelas y se bautizarán avenidas, les harán bustos que serán colocados en medio de parques, movimientos se identificarán con ellos, aparecerán en los libros, serán estudiados en clases escolares, aparecerán en figuritas para álbumes de historia, edificios serán denominados con sus nombres, etc.
Ellos son héroes y son ahora un ejemplo.
Nota relacionada: Vea la entrevista en ingles a Edward Snowden aquí.